Siempre que hablamos de la forma corporal del Espíritu Santo lo primero (por no decir lo único) que se nos viene a la mente es una paloma o una llamita de fuego, pero lo que muchos ignoran es que en los libros de Ezequiel y Apocalipsis el Espíritu Santo se manifestó en su forma corporal.
Veamos los textos:
Eze 8:1 En el sexto año, en el mes sexto, a los cinco días del mes, aconteció que estaba yo sentado en mi casa, y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, y allí se posó sobre mí la mano de Jehová el Señor.
Eze 8:2 Y miré, y he aquí una figura que parecía de hombre; desde sus lomos para abajo, fuego; y desde sus lomos para arriba parecía resplandor, el aspecto de bronce refulgente.
Eze 8:3 Y aquella figura extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el norte, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que provoca a celos.
¿Quién extendió la mano y tomo a Ezequiel por la cabeza? ¿Quién lo levanto entre cielo y tierra? El Espíritu!!! Aquí tenemos a un hombre que se encontró en persona con el Espíritu y lo vio físicamente.
Anotemos las características corporales del Espíritu:
1. Parecía Hombre
2. De sus lomos para abajo fuego
3. Para arriba resplandor
4. Es aspecto de bronce refulgente
También Juan en la isla de patmos tuvo el privilegio de ver al Espíritu Santo en su forma física, esta fue su visión:
Apoc 1:12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,
Apoc 1:13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
Apoc 1:14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
Apoc 1:15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.
Apoc 1:16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
¿Podemos estar seguros que se trata de la misma persona que vio Ezequiel? Por supuesto, si comparamos las 2 visones nos daremos cuenta que se trata de la misma persona:
Ezequiel 8 | Apocalipsis 1 |
1. Parecía de Hombre 2. De sus lomos para abajo fuego 3. Para arriba resplandor 4. El aspecto de bronce refulgente | 1. Semejante al Hijo del Hombre 2. Sus ojos como llama de fuego 3. Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza 4. Sus pies semejantes al bronce bruñido |
No cabe duda que es el mismo, pero tal vez digas que no es suficiente argumento para decir que el de la visión de Apocalipsis 1 es el Espíritu Santo, por que en ninguna parte lo dice, esto tal vez fuera un buen argumento pero lo mas impresionante es que este personaje que vio Juan se declara a si mismo como “El Espíritu” y no solamente 1 vez sino 7 veces, creo que era algo que quería dejar bien en claro
Apoc 2:1 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:
¿Quién lo dice? ¿Quién va a hablar a
Apoc 2:7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Complementando los 2 versículos tendríamos esto:
Apoc 2:7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu (El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro) dice a las iglesias.
Esto se repite 7 veces en los capítulos 1 y 2 del Apocalipsis, pero mas importante que simplemente saber como es el Espíritu Santo Físicamente esta revelación nos permita saber Quién es el Espíritu Santo:
Apoc 2:18 Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto:
¿Quién lo dice? ¿Quién le va a hablar a la iglesia de Tiatira?
El Hijo de Dios = Cristo
Apoc 2:29 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Complementamos una vez más los versículos y tenemos un mensaje impresionante:
Apoc 2:29 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu (el Hijo de Dios) dice a las iglesias.
7 veces Cristo de declara a si mismo como el Espíritu,
¿y aun así no lo queremos aceptar?